domingo, 13 de abril de 2008

Humedecidos.

Hoy, hay grandes deseos de borrarme los días, de disecar mis almas y dejarlas quietecitas, así ateridas en mis deseos y congelarlas para luego poco a poco se disuelvan, se evaporen en líquidos que lloverán recordándo que mis deseos vuelven sobre mí. Caerán y mojarán mis cejas y mis mejillas, hace mucho humedecidas. Deseo; deseo, que te conviertas en hielo y eres ahora un iceberg; pero aun así no me cansaré de desearte y escribirte sabiendo que no estás y que sólo te encuentro en cada gota de mi deseo, humedecido estás por mis deseos cada una de esas gotas son mis deseos y esas te humedecen a ti y a mí, juntos humedecidos por mis deseos no concedidos o aún no concedidos.