miércoles, 23 de julio de 2008


Es asi como peldaño a peldaño y sin deseos de ser amable, tres gradas hacia abajo encerrada en la noche y sin deseos de escapar de ella, después de haberle visto el rostro a mi querido Shitu y después de haber oído la voz de mi querido sentimiento emocionado cada vez que escucho tu voz. Aprendiendo a tomarse las cosas con calma, a caminar cuando es debido, cuando asaltan esos deseos fortuitos en donde no importa si son quince veinte o treinta y dos cuadras ellas ni sumadas son suficientes para este desahogo necesario de vida, de rutina, de cotidianeidad, de sentirme mala, pero es que sólo estoy cansada y no tolero más, deseo caminar oyendo la misma canción, analizando cada piedra, preguntando a cada polvito, preguntando a cada imagen amorfa si era cierto, si en verdad estaba sucediendo, si los ocho cursos serán aprobados y viendo mi destino final aproximarse y no querer llegar, pero no querer llegar no por no desear a mi destino final, sino porque aún es necesario sumarle cuadras al camino.