jueves, 16 de julio de 2009

La Auténtica diferencia

La necesidad de observar y de aceptar las diferencias sobretodo en la tradición de cada una de las culturas generaría un mayor equilibrio. Por ejemplo, el aceptar que la muerte en algunas cosmovisiones es un ritual que debe ser cumplido ya que hay una justificación de corte tradicional. La aceptación de los otros y el entendimiento ayudaría a tolerar y generar un clima de equilibrio y a no caer en la mayor de las paradojas del tiempo contemporáneo: la necesidad de asesinar para generar la vida. El conflicto que se genera al no utilizar la mejor de las herramientas “la palabra” esta observación es representado en los guiones de la película de David Lynch “El hombre elefante”, Joseph Merrick (el hombre elefante) dice al ser cercado por un grupo de hombres que después de descubrir su rostro y observar su “diferencia” quieren cazarlo como si se tratara de un animal, él, atemorizado y desesperado dice:
- ¡NO! Yo no soy ningún monstruo, no soy un animal. Soy un ser humano, soy un hombre. (Al terminar de decir estas palabras Joseph se desvanece).
En esta película se demuestra la violencia a la que el hombre es capaz de llegar con tal de satisfacer su morbo y su placer. Eso es lo que esta sucediendo no somos capaces de observar la diferencia profunda, sino que sólo vemos los ojos sin ser capaces de observar la mirada. La diferencia territorial marca esa mala visión, sólo ver esa diferencia sin llegar a comprender la tradición.

Unos campesinos de poncho, sombreros de fieltros y ojotas de cuero, esperaban frente a la reja. Cuando la Cherokee se detuvo, se acercaron agitando el puño y gesticulando. Sus dientes enormes, sus bocas manchadas de verde, sus cuellos llenos de tendones, se repetían con leves variantes. El doble blindaje de la Cherokee no permitía oír sus gritos.
- Creen que es el ingeniero- dijo Benancio- Quiero decir, creen que usted es don Tato.
- ¿Son vanguardistas?
- Que ocurrencia, ingeniero, de ninguna manera, no todos los que parecen son, pues, ese es el problema. Estos son comuneros que vienen de San Pedro
.
[1]

El observar al otro no lo es todo sino que además es necesario intentar comprender o al menos respetar esa otra visión. Desde la perspectiva psicoanálitica, el respeto al que nos estamos refiriendo, puede ser llamado silencio inaccesible que es el espacio al que quienes no comprenden esa otra mirada no debe intentar inmiscuirse, lo que no implica negarse la posibilidad de percibir o sentir, esta comunicación (donde la palabra hace muy amplia la distancia entre el significado y el significante) es el tipo de declaración de las artes. Freud hablaba de este tipo de comunicación artística al comparar a la piedra y a la escultura en piedra. La piedra no puede hablar de por sí, sin embargo, cuanto poder de comunicación transmitía esa escultura, el poder comunicativo del arte no es totalmente comprendido, sino que hay rasgos de percepción y sentimiento. Sin embargo, la globalización nos absorbe y nos quiere aunar y convertir un todo totalizante.

La globalización” es el término que comúnmente se utiliza para dar cuenta de esa extraña experiencia del “mundo que se agota”. En medio de una sociedad sitiada y de una modernidad líquida, asistimos a un “planeta globalizado, donde no hay un “afuera”, no hay “tierra de nadie” a la cual “los otros” puedan ser deportados”.
[2]


El espacio en el mundo globalizado tiende a uniformizar a las personas todos debemos ser igual que los demás sino se despierta la sospecha y se adquiere culpa. A su vez esta culpa obliga a muchos a pertenecer a grupos que a los que no pertenece, es lo que sucede en la novela se dice que por que tienen características semejantes son parte de vanguardia roja aparece la tendencia totalizar todo.
La comunicación sirve para dilucidar y diferenciar los grupos, en el caso de la novela es crucial establecer esta diferencia ya que la división de los grupos está regida por el tema de la fragmentación que estos tiempos no tolera ya que ahora la visión es, si hay dos grupos esto quiere decir que serán dos grupos enfrentados ya que se establece la teoría del “conmigo o contra mí”.
El objetivo de Grüner es mostrar las diferencias que hay entre todos y a su vez abrir los ojos ante esta diferencia de este modo se podrá investigar e intentar llegar a ese equilibrio tan ansiado por todas las ideologías que buscan ser la receta perfecta, receta, que no existe porque no podemos hablar de totalidades. En la siguiente cita, Vasili Grossman, describe esa situación: …así tras haber perdido el bien su universalidad, el bien de una secta, de una clase, de una nación, de un Estado, asume una universalidad engañosa para justificar su lucha contra todo lo que él conceptúa como mal.
[3]


[1] De Piérola, José. El camino de regreso, Lima, Norma, 2007, p. [161]
[2] Quijano Valencia, Olver. Visiones prácticas de diferencia económica-cultural en contextos poscoloniales. Colombia, 2006, p. [5]
[3] Grossman, Vasili. Vida y destino. Lumen, México, 2008.

4 comentarios:

La maqueta de Merrick. dijo...

Sólo quiero tomar una par de aspectos de este interesante texto:

Los modelos económicos están para representarnos cuánto producimos, consumimos o gastamos. A través de los tiempos se han ido aplicando en el mundo algunos de ellos: de mercado, neoliberal, liberista, mixto, socialista, etc. Todos ellos con sus pro y sus contras, con la misión y visión de cubrir las deficiencias del otro. ¿Cuál es o ha sido el mejor? Ninguno. Habría que preguntarse ¿quiénes los han aplicado mejor? El éxito o fracaso en la aplicación de cualquier maqueta a la realidad depende de los responsables de, precisamente, aplicarla y de los que la aceptan y la asumen como real. Surge otra pregunta: ¿ser antisistema? En primer lugar, se tendría que saber cuál es el sistema y por qué ir en contra de tal? y, pues, como saberlo si el modelo instaurado como economía o política económica de un país se presenta con los vicios legados de los responsables humanos que gobiernan. Entonces, ¿qué podría hacer la sociedad civil (los gobernados) para contrarrestar aquellos vicios en los modelos? Construir teniendo como base la realidad para, según sea el caso, modificarla, mantenerla o mejorarla en beneficio propio y común. ¿Y el estado? Pues no sólo se limitaría a hacer su consabido papel de recaudar impuestos, crear leyes, producir bienes públicos, etc, sino otorgaría las facilidades a la sociedad civil para cumplir con su misión de generar valor económico y social. Entonces, no sólo los gobiernos de turno edificarían, por ejemplo, hospitales, lo harían también los ciudadanos de una comunidad, reconociendo la falta de uno en su territorio sin esperar que los gobernantes les tiendan la mano brindándoles todo a cambio de nada, lo único que debería otorgarse serían las facilidades del caso ante una sana iniciativa de la sociedad en conjunto. No darle más pescado al pobre, hay que enseñarle a pescar, pues. No más dádivas, sino ideas para progresar, por ejemplo.
Con la globalización ocurre algo similar que con los modelos económicos: la globalización no es mala ni buena, todo depende de quien la use. Puede ser un medio o un objeto para enriquecimiento propio o común, como puede ser también una vía de acceso a mejor educación, alimentación, salud, etc. Lo importante es que un individuo o una nación no pierda su propia identidad y cultura - al margen de los recursos que le permitan un estatus de vida digna - con su incorporación a la aldea global y, sobre todo, que no se pierda esa condición que da a todo fenómeno global y modelo de desarrollo la calidad de aplicable: la condición humana, pues sino ¿quiénes los han creado y para quiénes van dirigidos?.
Estamos en la era de la información y el conocimiento. A diferencia de las otras, esta era sí es de nosotros los seres pensantes que habitamos la tierra, haciéndola, precisamente, más habitable o no.

Que se comience por lo que, lamentablemente, se va olvidando día a día: pensar.. y que no se termine por conocer, que se termine por hacer.... y hacer bien!

Bea Rescue dijo...

Hacer bien, esa ansiada búsqueda, esa necesidad de encontrar un equilibrio. Es cierto, siempre encontraremos algunas muy buenas ideas y otras tantas espantosas, en cada una de las ideologías o economías de mercado. Lo importante, es saber detectar lo espantoso.
Hace algunos días estuve viendo la película "El Che" (con Benicio del Toro) y se me quedó gravada una frase que dijo "el Che" : ...y nosotros estamos dispuestos a pagar un precio que no va más allá de las fronteras de la dignidad.
Creo que a eso debemos llegar como objetivo. Si bien es cierto lo que tú afirmas es correcto, creo que debemos encontrar soluciones que vayan más allá de la retórica y que no rompan las fronteras de la dignidad.

Un abracito.

Eduardo H dijo...

Lu, me gusta que relaciones esos conceptos con la pela de Lynch. otra cosa, a ver si me pasas la novela de José de Pierola, yo tengo una anterior, la primera parte de esa trilogía sobre la violencia...

Bea Rescue dijo...

Bacano te la paso o mejor intercambiamos.A mí me falta leer la primera para completar la trilogía ;)