sábado, 31 de octubre de 2009


Mil veces acaricie su lomo; mil veces, esos ojitos amarillos, me miraron con ternura y con la fuerza única de ese pequeño cuerpecito blanco y negro.
Hoy todo ha terminado. Su fuerza, su cariño, sus ruiditos, su nariz friecita y húmeda, sus esponjitas de deditos… su presencia. Hoy el espacio en esa cama está vacío a su vasito con agua nadie acude, su platito en la mesa, su tina con aserrín, las sentadas incomodas por que ella quería ese sitio, todo, todo, está vacío. Su ausencia es como una mentira, aún siento que camino con el cuidado inconciente de saberla en mis pasos. Ya no hay nadie que con un miau me decida ir a dormir, ya no tendré cuidado en mover mi cuerpo por las noches por no fastidiar su sueño, ya no estará su presencia a mi lado cada vez que despierte atormentada por un sueño, ya no acariciaré más ese cuerpecito infladito, cuerpito que las dos últimas semanas no era ni sombra de lo que fue.
Hoy se ha ido para siempre su presencia. Esa boquita rosadita, se volvió blanca, esos ojos amarillos, eran como un vidrio sin reflejo, esas manitas inquietas quedaron ligeramente arqueadas y sus piececitos movedizos yacían juntitos y tan terriblemente quietos.
Te has ido niña bonita y no sólo hay un vacío en toda la casa, sino que todo ese vacío se ha quedado estancado en este corazón. Sin embargo, así con el corazón detenido se me dibuja una sonrisa húmeda que me recuerda tu presencia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

a que pena cuando una persona tan querida se va, pero cuando alguien que nunca te dara un reproche, aceptara todos tus caprichos cuando solo con su presencia hara que cambias tu forma de ser, cuando sientes la nesecidad de proteger a alguien es muy triste.

alguien que sabe todo lo que te pasa y que te acepta con todos tus errores es inigualable es irreparable, solo se encuentra alguien asi una vez en la vida el resto solo sera una busqueda de lo que perdiste un viaje al recuerdo mas feliz.

se fue tan digna como siempre, sin quejarse sin pedir nada a nadie solo dando lo mejor de ella como siempre lo hizo, nunca hubo nada que reprocharle, parece que siempre uno pierde lo mejor que tiene, por que sera asi de injusta la vida?

Anónimo dijo...

Dos veranos atras aparecio un ser extraño en la escalera exterior de casa: una cosa peluda, gris y enorme. Mi temor y repulsion hizo que lo expulsara con violencia. Con el paso de los dias su insistencia pudo mas. Una noche mi mama y mi primo decidieron alimentarlo: su avidez denotaba su poca fortuna para saciar el hambre de un persa. Repeti lo hecho por ellos unos dias despues. Nuestro ritual se fue repitiendo de noche en noche hasta que un dia su miedo salvaje a ser tocado dio paso a ronroneo y a un gatuno contornerarse entre las piernas. A pesar de ello, siguio viviendo en un estado semisalvaje. Habia ocasiones en las que desaparecia por dias, pero siempre volvia. Un dia ya no volvio. Lo espere por varias noches y a veces creo que todavia lo espero. Alguna vez lei que en el ronroneo de los gatos hay una reminiscencia a cuando eran acariciados por los lenguatazos de su madre. Por ello me gusta recordarlo ronroneando en la oscuridad mientras le rascaba la cabeza y lo llamaba simplemente Micho.

Anónimo dijo...

Ella tambn llegó un día, subió y se quedó con nosotros por 16 años. Aveces llegan así sin esperarlo y para darte tanto, que penita que Micho ya no haya vuelto.